Soy como el agua cristalina de un río, fluye y fluye hasta llegar al inmenso mar, ahí ya no hay nadie y no está acostumbrado a la soledad.
A veces me siento como un ave sin alas, que su mayor sueño es volar, probar el ocazo, encontrar tus ojos en algun lugar y despues partir y volar más.
Y en mis momentos de locura ser como la dama de plata, tan hermosa y callada, que aunque enamorada del sol se encuentre solo sus rayos pueden hacerle sentir reconfortantes abrasos y cuando la hermosa mujer está muriendo de tristeza el eclipce llega y con el, el sol y la besa.
Espacios vacíos van dejando mis huellas, espacios sin vida ni cantos que hagan reir a los demás, creo que no dejo marcas en la tierra como los muertos, como aquellos que sus pasos no quieren hacer notar.
Transformo en cantos mi tristesa, transformo en sirenas mi agonia y todo el mal, porque aunque extraño tus brazos, extraño tus labios ellos no se quieren acercar.
Hago de mi cabeza un par de telarañas, dibujo elefantes y uno que otro lunar, corrijo mi cordura, intento curarme de la locura.
No importa lo que piense, no importa lo que hable, de ninguna forma me gustaría volver a pensar, quiero escuchar el silencio, quiero aprenderlo a amar, con el eh vivido pero no sé si me pueda notar.
Quiero caminar en el oceano, saltar de un bote a un barco y flotar, sentir la fría brisa sobre mi piel ya que algo cercano a lo que antes sentía solo ella lo puede entender.
Nececito soñar con circulos o un pequeño pasadiso, pero ya no quiero ver tus ojos al cerrar los mios, ya no quiero pretender que estás aquí cuando ni palabras tuyas han sonado en esta fría habitación, no importa cuantas veces escriba que te nececito y cuantas más sea tan repetitivo, no importa consultar al olvido ni siquiera llamar a mi corazón a que cambie de paradero, siempre estarás en otro lugar aunque te eche de menos.
Asi son las cosas y así tenían que ser, lo más probable esque jugué un poco con el destino, quizás el no te tenía preparado para mi y entre mil y un formas logré juntarnos, pero de nada sirve porque estoy utilizando mil formas y más para oir de tus invisibles brazos.
Ya no me queda más que esperar al tiempo, aunque el tiempo me va a alcanzar y entonces vendrás, lo sé, lo puedo notar, para entonces no tengo ni idea, si tú en mi cabeza te puedas quedar, de mi parte quiero que te vayas, no quiero volver a esperar.
No quiero regresar a construir algo donde hace mucho tu lo quisiste derrumbar, sus cimientos están por caerce y yo sentada ya no eh de esperar....
Algo en mi dice -¡Coño, supéralo!
pero sé que hay cosas que con el tiempo se curarán...
ya no sé si decir te extraño, ya no sé ni que pensar, si esperarte más años, si no volverte a ver en este lugar.
¿Te amo?